Le gustaba estar de aquella manera con Itachi, y era la primera vez en demasiados años que se sentía tan tranquilo y relajado con alguien, tan feliz y animado a la vez, disfrutando de un desayuno en una cafetería cualquiera, dándose cuenta de que cosas como aquella solo podrían llegar a acontecer teniendo a su hermano a su lado, por eso sus recuerdos felices eran todos con éste, cada uno de sus más bonitos recuerdos tenían a Itachi como protagonista, siempre fue el centro de su vida y no era algo de lo que se avergonzara realmente. Además, era consciente de que el mayor debía ya suponer aquellas cosas, pensaba que sus sentimientos estaban muy claro, aunque de no estarlos deseaba de corazón que lo lo tuviera muy en cuenta, que le amaba enormemente y que siempre estaría por y para él.
Charlaron tranquilamente y hablaron sobre lo de comprar ropa, algo que era bastante importante ya que no tenían nada prácticamente, las únicas ropas de las que disponían en la casa donde ahora vivían, su casa de la infancia, eran ropas de cuando eran pequeños y que obviamente las vendrían pequeñas. Y entonces pensó en la opción de comprarse algo para aquella noche, algo... ¿sexy? Pero no tenía ni idea de que podría ponerse de ese estilo, no es que estuviera muy puesto en aquellos temas, y tampoco deseaba que su hermano se diera cuenta de eso, así que ya vería cuando estuvieran en la tienda.
Cuando se quedó sonrojado y sin saber que decir fue cuando el mayor le dijo claramente que le deseaba, tragando saliva y sonriendo al pensar que efectivamente y ya sin dudas era deseado por éste, y que si se le pasó por la cabeza esperar a su mayoría de edad fue porque malinterpretó algo de lo que le dijo, menudo idiota. Si supiera que también le deseaba ardientemente y deseaba que el tiempo transcurriera más deprisa para poder ir a aquel hotel y sentirse unido a éste en cuerpo y alma.
Siguieron comiendo tranquilamente hasta que llegaron sus pedidos y continuaron charlando de manera muy amena, sintiéndose muy feliz de estar de aquella manera con la persona que más le había importando en toda su vida, y a quien siempre amó a pesar de haber tenido en su mente aquellos deseos de matarle durante tantos años. Aquellos sentimientos siempre estuvieron así, y fueron la razón de tanto sufrimientos por tanto tiempo. Finalmente acabaron el desayuno y dejó que éste pagara la cuenta sin problemas, tal vez se quejaría del pago del hotel más tarde, pero eso corría enteramente de su cuenta. Cuando se puso en pie para ir salir de la cafetería cuando el mayor le tomó del rostro para besar su mejilla y acariciarle los labios, sintiendo deseos de lamérselos, pero controlándose con una sonrisa. -Pasaremos más que un rato juntos... la vida- susurró besando sus labios cortamente y tomando su mano y saliendo de allí para andar por el centro comercial, mirando tiendas y guiándose por el escaparate antes de decantarse por una donde le gustaron las ropas del escaparate. -¿Entramos a mirar aquí?- preguntó entrando y mirando ropa, cogiendo algunas prendas que le gustaron, pantalones y camisetas. -¿Vas a coger algo también?- preguntó mirando a Itachi, pensando unos segundos. -¿Quieres que entremos al mismo probador o por separado?- preguntó sonriendo suavemente.
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