Título en movimiento I will love you forever

domingo, 11 de agosto de 2013

Se le queda mirando con su habitual semblante de seriedad, aunque ahora de forma distinta a como era pequeño, estaba inexpresivo prácticamente, aunque por dentro estaba nervioso, pero ahora al menos sabía disimularlo bien, y de todas formas le ganaba la ira que sentía hacia aquel hombre que tenía delante, y al contrario de cuando era pequeño ahora no lo veía como a su hermano, no quería que su mente divagara a cuando eran tiempos felices y cuando quería tanto a la persona que le había destrozado la vida. -Ya veo, pues sí, aparecí, y no deberías estar tan tranquilo- la verdad es que ambos estaban tan aparentemente tranquilos que resultaba increíble pensar que ambos estuvieran a puntos de empezar una batalla a muerte, pero ahí estaban, mirándose el uno al otro fíjamente. La verdad es que nadie diría que ese hombre era un brutal asesino con nada más mirarle, su apariencia no parecía peligrosa, aunque claro que débil no se veía, Itachi era un hombre fuerte. Aunque igualmente sabía que al mirarle a él nadie pensaría que era todo lo peligroso que era realmente.

Cuando le preguntó porqué hizo lo que hizo alzó una ceja mirándole fijamente, sintiendo como la ira que sentía dentro se hacía más grande ante la explicación que le dio éste, no siendo la primera vez que la oía, pero esperaba oír otra cosa, no algo bonito ni esperanzador, sino otra cosa. ¿Entonces aquella noche la dijo la verdad a un niño pequeño e imbécil? -¿No podías obtener tu libertad yéndote y librándonos de tu maldita presencia?- claro, eso pensaba ahora, aunque en aquellos tiempos quería tanto a su hermano. -¿Me dices que necesitabas medir tu capacidad enfrentándote a tus padres? ¿Personas que no podían defenderse ante ti? ¿Personas que no iban a defenderse ante ti?- sus puños se apretaron con fuerzas, y se hizo incluso sangre sobre todo en la mano donde agarraba el mango de la espada. -Se acabó la charla, es el momento de terminar con todo esto.

Y en ese momento empezó la contienda, fue él quien se lanzó a atacar antes, siendo preciso y no titubeando, con el claro objetivo de lo que tenía que hacer y de los deseos que tenía de acabar con ese cerdo que no dudó en acabar con quienes le dieron la vida. A diferencia de hace años ahora no dudaba, deseaba matarle, acabar con su vida, hacerle pagar por su crimen y por el sufrimiento que le había causado. La batalla de ese modo se alarga, podía tener claro sus objetivos y ser más fuerte y hábil, pero sin duda Itachi tenía un nivel de batalla fascinantes, pero no se iba a rendir en absoluto. Ambos estaban magullados, jadeantes y cansados, y en algunas ocasiones veía como el mayor se retorcía de placer, vomitando sangre y preguntándose a que se debía eso, pues no creía que se debiera a aquellos golpes. Y llegado un punto se sentía completamente cansado, jadeante y mirando al mayor acercarse, con su espada a sus pies, pensando en aprovechar cualquier momento para tirarse al suelo y cogerla. Vio a éste llegar hasta él y alzar sus manos dispuesto a ahorcarle, tensándose y preguntándose si después de tanto esfuerzo así iban a acabar las cosas.


Pero lo que pasó a continuación fue algo que le dejó totalmente confuso y de piedra, éste al acercarse le dio un golpecito suave con los dedos en el centro de su frente, cosa que desató un sinfín de recuerdos de su infancia, cuando eran pequeños, y eran felices. Éste dijo aquellas palabras y se desplomó en el suelo sin más, y solo pudo ver su cuerpo, moviéndose para andar mientras se preguntaba a que venía eso, pero estaba sin fuerza y su cuerpo falló, desplomándose también en el suelo junto a Itachi, cerrando los ojos y perdiendo el sentido mientras se preguntaba si lo había logrado y si había cumplido su venganza.

El ruido ocasionado mientras peleaban alertó a los vecinos, los cuales llamaron alarmados a la policía, los cuales no tardaron demasiado en llegar, encontrándose con aquel extraño y desolador panorama, viendo a aquellos dos tirados en el suelo y heridos, uno de ellos parecía estar bastante mal. Llamaron a la ambulancia y se llevaron a ambos al hospital, y durante el proceso identificaron a ambos muchachos, viendo que el mayor sea un asesino buscado desde hace años por un homicidio, siendo además vigilado por la policía, aunque levemente, el hombre estaba bastante mal, y no debido precisamente a sus heridas. El otro era en su opinión una víctima, y fue dejado en una habitación normal a cuidado de los médicos, por suerte no estaba mal. Y al cabo de horas de llegar al lugar empezó a abrir los ojos, siendo observado con una enfermera que le explicó por encima la situación.

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