I will love you forever

Se dedica a quitar las sábanas de los muebles y a poner algo de orden por el lugar, yendo a los dormitorios y quitando las sábanas de las camas, la que era de sus padres y las de sus habitaciones, quedándose pensativo unos segundos mientras quitaba aquella última sábana hasta que oyó el timbre de la puerta, corriendo a atender al pizzero y volviendo con Itachi con todo, dejándolo sobre la mesa que había junto a los sofás y sentándose a su lado. -Sí, huele demasiado, no me había dado cuenta del hambre que tengo hasta ahora- comentó abriendo la cajas de ambas pizzas. -La verdad es que la comida del hospital no es que abra demasiado el apetito, ¿no?- suspiró y vio como éste cogía una porción para empezar a comer, viéndole con atención para fijarse que no se le fuera a caer ni nada, sonriendo cuando le vio morderla. -¿Te gusta?- tomo una porción también, dándole un mordisco. -Vaya, quema esto- le miró. -Ten cuidado de no quemarte las manos- dijo preocupado, aunque realmente era un detalle un tanto tonto después de todo, pero no podía evitar preocuparse con cualquier cosa. Cogió los refrescos de las bolsas y abrió el de su hermano, tomando la mano de éste para ponérselo en ella. -Toma, bebe, no cojo un vaso porque voy a tener que limpiarlo todo antes que usarlo, espero que no te importe- dijo soltándole y volviendo a comer él mismo. -Si necesitas que te de las porciones dime, a mí no me molesta en absoluto- dijo con una sonrisa suave, no quería que por intentar no molestarle se quemara o algo.

-Por cierto, estaba pensando que...- enrojeció, agradeciendo que éste no pudiera verle en ese momento, tragando saliva y no esperando demasiado para seguir hablando porque no quería que se diera cuenta de que estaba avergonzado. -Ahora mismo quiero estar muy cerca de ti, hasta que te habitúes más a todo al menos, y pensé que podríamos dormir juntos en la habitación grande- evitó nombrar a sus padres para ello, se le hacía extraño. Y dijo todo de tal forma que no se notara que lo que deseaba sencillamente era poder dormir con su hermano, juntos en una cama de matrimonio, poder tenerle a su lado mientras durmieran, sintiendo su calor. Con las mejillas rojas bebió un poco y miró al mayor, atento a sus gestos y reacción. -¿Qué te parece la idea?