Pensaba que no esperaba nada, me quería convencer de que si nuevamente había errado al menos asumiría las consecuencias de mis actos. Pero ante cada palabra que respondía Sasuke mi corazón volvía a latir de forma intensa. Ahora comprendía todo y me alegraba que solo se hubiese tratado de un mal entendido. Acerqué mis labios a él, sin saber dónde exactamente los llevaba, pues deseaba hablarle con suficiente cercanía.
- Quisiera... - Busco tantearle el rostro con mis manos, al menos sus mejillas en específico.
- poder ver tu rostro en estos momentos, el modo en el que me miran tus ojos y... - Sonrío al lograr contacto con sus mejillas al fin.
- disfrutar del espectáculo que me están ofreciendo tus mejillas en este instante. - Le atraje en un abrazo cálido y de es emodo permanezco junto a él hasta que el taxi llega a nuestro destino y bajamos entrando lueog a la vivienda, yo siendo escoltado por mi hermoso hermanito.
- Sasuke, no tienes que esmerarte para alimentarme. - Dije recordando mi apetito repentinamente por la brusquedad de mi estómago resentido y un mareo.
- Cualquier cosa sencilla estará bien para mí. - Sonreí poniendo de mi parte para no ser una carga muy pesada sobre sus hombros.
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