Título en movimiento I will love you forever

domingo, 18 de agosto de 2013

Itachi había estado muy silencioso en todo momento, le debía de haber dicho un par de frases cortas desde que salieron de la ducha, cosa que le hizo sentir realmente triste, de verdad debía estar muy arrepentido de aquello, y debía de verle muy mal por haberse dejado llevar de aquella manera con su propio hermano. Éste tenía la excusa de la operación y todo, estaba claramente muy confundido y no había sabido lo que hacía en ningún momento, ¿cómo iba a querer tocar y besar a su hermano de aquella manera? El único con una mente tan indecorosa e inmoral. Aunque... ¿por qué iba a ser tan horrible amar a su hermano? Era amor de verdad, puro, un amor verdadero, que sabía que le haría dar la vida por éste si hiciera falta, velar por su felicidad, anteponerle a éste antes que a sí mismo, ¿de verdad era tan malo amar simplemente? Suspiró ante aquellos pensamientos, tratando de justificar el sentir todas aquellas cosas por el mayor, aunque posiblemente poca gente entendería aquello, aunque quería pensar que había gente que si lo entendiera.

Una vez en el taxi no logra reprimir sus sentimientos y le susurra que le amaba, con el corazón en un puño, entristecido. ¿Qué le diría Itachi después de eso? Tal vez no diría nada, y no sabía que sería peor, que le dijera palabras de rechazo o que directamente no le contestara, ambas eran posibilidades que le atormentaban. Pero entonces éste habla, y nada de lo que dice es nada que se hubiera imaginado desde un punto de vista que considerara realista, sino algo que hubiera pensado si se hubiera parado a fantasear. Levantó la cabeza de su hombro y le miró, olvidando que estaban en un taxi, sonriendo suavemente, ¿entonces no se arrepentía? ¿Entonces qué pensaba? ¿Que se arrepentía él? Era absurdo. -No has arruinado nada, temía haberlo hecho yo...- murmuró con una sonrisa suave. -Y si me asusté es porque nunca he estado con nadie...- susurró sonrojándose. -No sabría que hacer y... en un lugar así...- apartó la vista nervioso. -Tampoco sabía hasta donde querías llegar, pero temía más hasta donde llegaría yo dejándome llevar- aclaró. -Pero no quería que fuera en un lugar así- volvió a mirarle y entrelazó sus dedos a los de éste. 

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