Título en movimiento I will love you forever

viernes, 16 de agosto de 2013

Pasaron unos días y aquello se convirtió en una pesada y triste rutina para Sasuke, se dedicaba a lo básico como comer, ir al baño, asearse, y dormir, aunque esto último en menor medida, no dormía demasiado, le costaba demasiado conciliar el sueño, se dedicaba a mirar a Itachi dormir, hablándole en voz baja, pidiéndole que volviera con él y que no le dejara, o le comentaba cosas del hospital, también le reprendía a menudo por no haberle sido sincero. Le hablaba como si estuviera consciente, era una manera de hacer llevadero aquello, le hablaba como nunca había hablado con nadie en todos aquellos años, tal y como se hablaba con alguien que te importaba más que a nada. También a veces lloraba inevitablemente de manera amarga, aunque no haciendo que nadie le oyera, pues era consciente de que algunas enfermeras estaban muy pendientes a ellos dos, en todo el hospital se hablaba mucho de esos dos pobres chicos con una vida tan triste, separados el uno del otro por una mentira, cosas así, aunque de eso Sasuke no se enteraba, ¿cómo enterarse si nunca abandonaba aquella habitación? La comida se la traían allí, y la verdad es que estaban siendo muy amables con ello, aunque él no apreciaba más que a Itachi allí convaleciente. 

Finalmente las pruebas revelaron que su hermano tenía un tumor, explicándole todos los detalles de la misma y sintiendo miedo, sobre todo el tener en su mano la decisión de que hacer, ¿operarle o no? Por supuesto lo primero que pensaba era que le operaran, porque sino moriría de todos modos, pero pensar que pudiera morir en el quirófano o quedarse peor, le daba miedo. Pero tampoco podía dejarle morir sin hacer nada, debían al menos intentarlo y luchar, por lo que accedió finalmente, volviendo a rellenar papeleo y sentándose junto al mayor, a su lado en la cama, en un filito, tomando su mano y mirando su rostro dormido, varonil y hermoso. Suspiró y apretó un poco su mano. -Van a operarte, pero tienes que poner de tu parte... debes ser fuerte, para poder estar juntos- susurró con aflicción. -Lucha, por favor...- murmuró en voz baja, acercándose un poco al rostro de éste y besando su mejilla, apartándose con un rastro de lágrimas en su rostro. -Ni se te ocurra morirte, yo... te necesito- dijo en un suave murmullo, cerrando los ojos.

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