Opinaba realmente como su hermano, cualquier cosa que hicieran juntos estaría bien, no, perfecto, después de tanto separado era una bendición y un sueño hermoso poder pasar tiempo juntos, del ese modo y del modo que fuera. Paseando, yendo al cine, jugando, incluso si estuvieran parados sin hacer nada, solamente con mirarle y tenerle cerca era feliz. -Lo mismo digo, pero... quiero pensar cosas que te diviertan de verdad- comentó sonriéndole suavemente, feliz. -¿Te gusta de verdad la idea de la recreativa?- pregunta contesto de que le gustara su idea, todo era por hacer tiempo para lo mejor de todo, deseaba darle una sorpresa y se preguntaba de que modo iniciaría todo, suponiendo que debería hacerlo él mismo, aunque seguramente el mayor captara, aunque como siguiera pensando que era mejor esperar a la mayoría de edad, o que él quería esperar a ello, por el modo en el que hablaba. Era absurdo, él no es que hiciera caso a esas cosas, vivía solo desde los trece años, desde la ilegalidad, y bueno, siempre llevó una vida muy ilegal en aquellos años, haciendo cosas de las que no se anorgullecía en absoluto, así que no, no quería esperar a ser mayor de edad. -Entonces allí iremos a pasar la tarde, y de tiendas también a ver cosas, tenemos que pensar en comprar ropa también, ¿no? Nos hace mucha falta- dice con una sonrisa, recordando ese punto.
Le oyó pedir cosas dulces, viendo que sus gustos seguían como antaño, aficionado a aquellos alimentos azucarados, y él en cambio pidió algo salado, decantándose por una empanada mixta, o sea, de jamón y queso, caliente, le resultaba muy sabroso. -Cuanto chocolate, ¿no?- dijo sonriendo mientras el camarero se iba, volviendo a tomarle de la mano y entrelazando sus dedos. -Me estoy dando cuenta de que no has cambiado demasiado...- dijo en voz baja. -Hoy quiero dedicarme enteramente a ti- confesó. -Los días siguientes nos dedicaremos a acomodar la casa, y luego saldré a buscar trabajo- suponía que éste haría igual. -Estoy pensando en sacarme el graduado para más adelante, en una escuela de adultos semi presencial- dijo pensativo, queriendo trabajar y estudiar, además, en esas escuelas se sacaban en muy poco tiempo los graduados, y él era lo suficientemente inteligente para hacerlo sin problemas. En ese momento vio avanzar al camarero con los pedidos en una bandeja, soltándole cuando éste llegó y comenzando a tomar su desayuno. -Provecho, hermanito.
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