Me hizo gracia la cara que puso tras el golpecito que le di en su frente y sonreí ante esto y al escucharle decirme que si pasaba algo y nos echaban por intentar complacerme sería mi culpa. Era lindo, porque aunque yo lo decía en broma, aunque no del todo, Sasuke lo decía en serio. Siempre así, tan lindo, pero solamente conmigo. Me siento muy afortunado.
Finalmente llegamos a un lugar donde desayunar y tomamos asiento. Escuchaba cada cosa que planeaba sonriéndole.
- Cualquier cosa que hagamos juntos me gustará Sasuke. - Era la verdad, pero sabía que Sasuke deseaba complacer mis deseos y bajo el conocimiento de que esto le hacía ilusión y le brinaría felicidad, le comenté:
- La idea de ir a los juegos electrónicos me gusta. - No importaba cuanto pudiera cambiar el mundo, o la realidad, siempre que en ese mundo y en esa realidad exista Sasuke para mí, como ahora.
Pronto llegan a tomarnos las órdenes y pido unos crepes con relleno de chocolate y helado encima. Y de tomar un chocolate caliente con whipped cream. Todo era dulce en mi menú, tan dulce como me agrada, tan dulce como este mismo instante, tan dulce como este sentimiento y su mano estrechándo la mía, y tan dulce como la sensación de ella en mis labios tras haberla llevado hacia ellos para besarla con suavidad.
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