Título en movimiento I will love you forever

martes, 20 de agosto de 2013

Itachi no hizo mayor comentario a sus palabras, y se preguntó si estaba hablando de más, aunque éste habló para asentir a sus palabras, únicamente y de forma breve, tal vez tuviera sueño y éste se estuviera yendo por las ramas, la verdad es que disfrutaba mucho de estar de aquella forma, de sentirle tan cerca suyo e íntimo y por eso estaba dándole charla. Y a la vez pensaba que sentía deseos de sentirle mucho más, más privadamente, la verdad es que desde el momento en la ducha éste había despertado unos fuertes deseos en su interior, y deseaba entregarse a éste, deseando que ese momento fuera perfecto. Pensó que podría usar parte del dinero que tenía ahorrado de hacer trabajitos de maleante, y poder pagar un buen hotel para ambos, un lugar donde se comiera de maravilla, con jacuzzi, un bien sitio, un lugar donde poder entregarse por primera vez a éste. ¿Le gustaría aquello a Itachi? Esperaba que sí, pensaba hacerlo cuando pudiera, cuanto antes, aunque antes tendrían que acomoda todo bien... ¿y si contrataba a un servicio de limpieza y se iban al hotel? Podría ser... perfecto de ese modo. Aunque se sonrojó y puso nervioso, a fin de cuentas era una primera vez, pero lo que tenía clarísimo es que aquello era lo que deseaba, ser suyo, únicamente de su hermano. 

-A dormir...- susurró en voz baja, mirándole un momento y cerrando lo ojos, pensando en que al amanecer se informaría de hoteles y llamaría para ver si podía reservar habitación lo más pronto posible para ambos, sintiéndose muy ansioso ante aquella idea. -Buenas noches, Itachi...- fueron sus últimas palabras, suspirando y tratando de relajarse. Tardó un poco en quedarse dormido por el latir de su corazón, pero se sentía tan bien con el calor y olor de su hermano que eso condicionó que al final acabara relajándose y quedándose plácidamente dormido.

Finalmente se hizo de día, los rayos de sol fueron lo que le despertaron, bostezando y riñéndose por no haber bajado bien la persiana antes de acostarse, pero fue un día tan lleno de emociones que un fallo era lógico. Miró a su lado y vio a Itachi, que seguía abrazándole, sonriendo y besando su mejilla. Iba a esperar a que se despertara para levantarse porque no quería dejarle solo estando ciego, y cuando estuviera levantado y arreglado saldría a acomodar lo del servicio de limpieza y el hotel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario