Título en movimiento I will love you forever

viernes, 16 de agosto de 2013

Finalmente su hermano elige la opción de bañarse antes, la verdad es que no importaba cuando quisiera que se bañaran, porque tarde o temprano era algo que iba a ocurrir, y tal vez mientras antes de quitara aquello del medio sería mejor, aunque seguramente a partir de ahora todo sería así, pues su hermano estaba ciego, y quien sabe hasta cuando, posiblemente siempre fuera de aquel modo, cosa que le ponía un poco triste. Tal vez todo eso se habría evitado de haberse tratado más aquella enfermedad, pero éste le dijo que era culpable del asesinato de sus padres y la policía le había estado buscando, no había habido mucha opción a respecto al menos. Y el caso es que se sentía culpable en parte, aunque realmente lo mejor que hizo fue acceder a la operación para salvarle, estaba hecho un lío en muchos sentidos, de seguir así él también acabaría mareado. -A ducharnos pues, vamos- dijo acercándose a éste y tomándole de la mano, agarrando después su brazo para sostenerlo al estar mareado, llevándole al baño y sentándole en el retrete. -Voy a por un pijama para ti y mi ropa, espera un momento-dijo tardando solo un minuto en volver con todo.

Se acercó y tragó saliva, acercándose al plato de ducha, que por suerte era amplio para los casos que debían ser ayudados los pacientes, y encendió el grifo, templando el agua y dejándola a una temperatura agradable, acercándose nervioso a su hermano. -Disculpa, ahora te voy a desnudar...- susurró mirando a otro lado inevitablemente mientras le iba ayudando a quitarse el pijama, aunque deseaba mirar su cuerpo. -Itachi, yo, quería decirte...- se detuvo con gesto preocupado. -Que espero que no estés molesto, yo firmé para que te operaran, y no sé... decidí en tu lugar y estás vivo, pero ciego, espero haber hecho lo que hubieras deseado- ahora si le miró, primero su rostro y luego su pecho desnudo, latiéndole fuerte el corazón sin querer descender más la mirada, dedicándose ahora a desnudarse él mismo, avergonzadisimo. -Vamos- le ayudó a ponerse en pie y le dirigió a la ducha, dejándole dentro del agua. Intentó mantener la mente fría, no miraba su cuerpo, observaba su rostro pensando que estaba ayudando a un enfermo. Pero por dios, él si que era un enfermo al tener aquellos pensamientos con su hermano. -¿Entonces? Me avisas cuando necesites ayuda- dijo aun sujerándole del brazo. -¿Sigues mareado?- pregunto preocupado.

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