Cuando Sasuke acabó de prepararse y salió ya listo no pude evitar que mis ojos le recorriesen sin piedad. Es que simplemente es imposible no hacerlo ahora que puedo, así acabase incomodándole de tanto mirarle de esa manera. De modo que cuando preguntó si nos ibamos tras decir que ya estaba listo asentí y salimos pronto de allí.
Una vez fuera ya nos encontrábamos caminando hacia alguna parte, suponía que daba igual donde fuese, solo importaba que estuviesemos juntos y compartir un desayuno de esa forma bajo la luz de un nuevo día. Pero por otra parte deseaba estar en un lugar que fuera lo bastante lejano como para pasar desapercibidos, aunque dudaba que existiese tal lugar. De todos modos hice uso de dinero que tengo guardado del modo en el que me mantuve sonbeviviéndo hasta el reencuentro con Sasuke y lo utilicé para pagárnos un taxi y subirnos d einmediato. Una vez dentro tomé su mano sin preocupaciones de ser identificados por alguien mirándole a los ojos como si fueran dos imanes potentes que en todo momento me mantuviesen atraído a ellos.
El taxista preguntó hacia donde y dije:
- Donde mi hermoso acompañante guste. - No nos conocía, d emodo que no importaba lo que fuera a pensar, aunque a mí en lo personal me importaba poco el qué dirán por mí, solo pensaba en Sasuke, era lo único que me importaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario