Título en movimiento I will love you forever

viernes, 16 de agosto de 2013

Apenas acababa de preguntarle a Itachi como estaba cuando entró el doctor con unas enfermeras, echándose a un lado mientras se limpiaba las lágrimas, arrinconado sin deseos de estorbar en lo más mínimo mientras le hacían preguntas y se dedicaban a examinarle, tragando saliva con el corazón palpitándole con fuerza, asustado. Aunque la verdad es que Itachi parecía muy lúcido y despierto, y lo más importante, estaba despierto, vivo, lo que más le importaba, lo único que le importaba en todo el mundo era éste, poder recuperar el tiempo perdido. Aunque, ¿se podía recuperar ese tiempo? ¿Podrían olvidar tantos años de odio? ¿De malentendidos? ¿De muerte? No estaba seguro de eso, solo sabía que deseaba estar a su lado para siempre. Se le quedó mirando en todo momento, enfocándose en su rostro, en sus gestos y sus palabras. Y entonces le llegó la revelación de que estaba ciego, cosa que le abrumó y le hizo apartar finalmente la vista, afligido, se preguntaba si era su culpa, aunque de no ser por la operación acabaría muriendo sin remedio.

Además vio como se le explicaba que ahora era inocente y que el culpable confesó, sabiendo que pronto se avecinaría una charla, explicaciones, demasiadas cosas que decirse y aclarar, aunque tampoco quería agobiarle con todo aquello cuando recién despertaba, parecía confuso y desorientado. Cuando el doctor se iba a ir le llamó para explicarle detalles sobre el cuidado de su hermano, asintiendo con la cabeza, le comentó que no sabían si recuperaría la vista o no, solo que necesitaba cuidados y demás, y se sentía abrumado por todo, pero decidido a cuidar de él. 

Finalmente se quedaron solo, y se acercó a éste, sentándose a su lado en aquella silla, con un suspiro, mirándole fijamente, y entonces este habló, diciendo todas aquellas estupideces, frunciendo el ceño y apretando los puños. -¿Es que te has quedado idiota?- dijo molesto, desviando la vista, dolían esas palabras. -Cuidaré de ti te guste o no...- espetó, recordando detalles de su infancia, cuando era feliz, esbozando una sonrisa, en todos sus recuerdos bonitos estaba éste. -¿Recuerdas... como cuidabas de pequeño? Siempre estabas ahí para mí, haciéndome sonreír...- susurró en voz baja. -Ahora yo cuidaré de ti- sin darse cuenta tenía sus ojos llenos de lágrimas, emitiendo un leve sollozo y tapándose el rostro con ambas manos, al menos Itachi no podía verle ahora. ¿Cómo podía pensar siquiera que iba a abandonarle? -¿Por qué? ¿Por qué me mentiste?- preguntó en voz baja, afligido. 

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