Título en movimiento I will love you forever

viernes, 16 de agosto de 2013

No podía asimilar bien mi propia mente. Me sentía débil, mareado y cansado, también me sentía hambriento, entumecido y mi garganta estaba muy seca, raspaba. Pero en lo único en lo que me podía enfocar era en la voz de Sasuke. ¿Acaso lloraba? ¿Acaso sonaba emocionado? ¿Feliz...? Mis manos le buscaban, pues no podía ver debido a los vendajes que me cubren la cabeza y los ojos. Entonces muy pronto vienen varias enfermeras a tomarme los vitales, me brindan agua y tras eso llega un doctor haciéndome varias preguntas y me explica lo ocurrido. Yo no alcanzaba a comprenderlo bien, habían varias lagunas acerca de mi situación. ¿Cómo es que fui a dar a un hospital? ¿Acaso sobreviví? ¿Y por qué la voz de Sasuke estaba presente sonando tan preocupada y aliviada? No comprendía. Lo cierto era que esperaba ser detenido por las autoridades en cualquier momento, pero incluso pasa un oficial y me explica que se ha descubierto toda la verdad respecto al asesinato de nuestros padres, que el culpable apareció, trabajaba justo en este hospital y confesó todo voluntariamente.

Me preguntaba si eso significaba que entonces Sasuke se había enterado de la verdad. De repente era mucha información para asimilarla apenas desperté, y mientras me hablaban me realizaban estudios. Al finalizar me retiran las vendas de los ojos, pero tal y como el doctor me previno de que algo podría haberse afectado en mí ya fuera temporera o permanentemente, me mantuve preparado por si ello. Fue por eso que no me sorprendió notar que no podía ver. No lo dije, pero se me preguntó al examinarme la vista con una aparente linterna de oficio. Entonces debí admitirlo. Estaba ciego. Podía ser o no permanente. Sasuke estaba en ese momento en la habitación y yo no podía verlo. Entonces todos salieron y el doctor me informó que al estar los resultados si no había peligro mayor me daría de alta. Le escuché hablar con Sasuke respecto al tipo de cuidados que debía tenerme. Me di cuenta que encima iba a ser una carga sobre sus hombros y no quería eso. Así que cuando quedamos a solas lo hice saber.
- Espero que no estés siquiera considerando el hecho de cuidar de alguien como yo. No tengo intenciones de que cargues conmigo como si fuera un deber. Estoy consiente de que solo estorbaría. De modo que te libro de tal responsabilidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario