Título en movimiento I will love you forever

viernes, 2 de agosto de 2013

Ahí estaba él, la persona que había acabado con todo su mundo, todos sus sueños, el que tambaleó toda su vida, pero quien no se la arrebató, ¿por qué? ¿Había sencillamente jugado de aquella manera?  ¿Aprovecharse de su antigua debilidad era algo que le había parecido divertido? Sí, seguramente se trataba de eso, alguien como Itachi, que había asesinado a sus propios padres sin ningún escrúpulo parecía del tipo de persona que se recrearía en su propio poder. Aunque... ¿quien hubiera dicho aquello cuando eran unos niños e Itachi parecía simplemente un buen hermano mayor? ¿Era entonces todo una mentira o fue más adelante que por alguna razón se decidió a hacer algo tan terrible? Mal asunto, no debía pensar en aquellas cosas en ese momento, ahora lo que debía hacer era matarle, asesinarle, o más bien hacer justicia por la vida de sus padres, una justicia que solamente él podría imponer, nadie más lo haría, nadie más que él podía hacer que pagara por su horrible crimen, uno que le había cambiado dramáticamente la vida. Y aun así sentía una extraña necesidad de obtener algún tipo de respuesta, por poco agradable que esta pudiera ser, pero no quería hacerlo sin más, y claro que lo haría. 

Itachi reaccionó de forma tranquila, cosa que se molestó, aunque se mostró imperturbable dentro de su expresión de odio, no quería mostrar otro tipo de reacción hacia ese hombre. Se enfrenta a su mirada y siente una presión en el pecho que achaca al miedo, apretando el arma en sus manos mientras le oye hablar, esbozando una cínica sonrisa ante eso. En ese momento éste le bloqueó con su arma, apartándose un poco y volviendo a dirigir su espada hacia éste, sin amedrentarse, cuando era pequeño se habría asustado, pero ahora no, porque ahora no tenía ningún miedo a morir, pues lo único que temía ahora era no poder cumplir con su propósito, ese que había alimentado su vida durante todos aquellos años.

-¿Me estabas esperando? Siento haberte hecho esperar todos estos años, pero seguía tu consejo, ahora ya no soy el niño asustado que era antes, ¿decías que me faltaba odio? Comprobarás que eso ha cambiado desde entonces- dijo con odio, apretando un poco más aquel arma en su mano, y su mano no temblaba, todo él estaba firme. -Te he buscado mucho tiempo, y por fin podré hacer justicia- escupió aquellas palabras con rabia. -Solo dime... ¿mereció la pena? Matar a nuestros padres, ¿conseguiste lo que esperabas con eso? Si es que esperabas algo y no lo hiciste porque sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario