I will love you forever

No perdió el tiempo, y lo bueno era que él no tenía que esconderse por el momento, aun no tenían que haber detectado que no se encontraba en el orfanato, cuando fuera la hora de comer si que se percatarían de que falta un alumnos, entonces aquello se movilizaría, se haría recuento de los que estaban allí y se identificaría a quien falta. Se preguntaría a otros alumnos si sabían algo y después procederían a llamar a las autoridades, por lo que aun podía andar sin problemas, simplemente era un muchacho paseando durante un fin de semana, no era algo que fuera a inquietar, a menos que le vieran a la cara, entonces si que podrían inquietarse ante ese muchacho de mirada seria, y con un gesto de rabia que pocas veces podía verse en otra persona. En su mente solamente estaba la idea de encontrarle y hacerle pagar lo que había hecho a su familia. Por supuesto que iba armado, no era demasiado, un cuchillo, no era de la cocina, se lo había arrebatado a uno de los hombres de la residencia, era una herramienta de matar afilada y peligrosa, se decantó por ello más que por la navaja de otro, le parecía mucho más mortal que eso, y lo que quería era algo que resultara mortífero. La pregunta era, ¿conseguiría su propósito? ¿Le encontraría? Y si le encontraba, ¿podría vengarse?

Caminó hasta aquella zona donde se suponía que el mayor había sido visto, y se acercó a uno de los edificios casi al azar, allí se limitó a preguntar, aunque no a adultos, ellos no iban a decirle nada incluso de saber, ni a un niño ni mucho menos a autoridad, no querrían problemas. Preguntó a niños, más pequeños que él, muchachos que se intimidaron un tanto ante su presencia, y quienes pensaron que tampoco pasaba nada si hablaban con otro niño. Fue así que un par le dieron indicaciones, que le hablaron de un hombre joven que habían visto y que se asemejaba a las descripciones de Itachi. Eso fue suficiente, se encaminó a aquella zona con los puños apretados y empezó a buscar. -¿Donde estás?- preguntó para sí. -No huyas...- masculló en voz baja mientras le buscaba con una ansiedad reprimida en su pecho.

Preguntó a alguien más al llegar a aquella zona, y una muchacha, que parecía haberse quedado prendada de Sasuke, le indicó que había visto a alguien parecido a la persona que descrubía entrando en una posada de la zona, la única posada que había cerca. Aquello hizo que su pecho bombeara, apretando los puños y dirigiéndose al lugar sin mediar palabras más. Se metió en una posada en cuanto la encontró, por suerte no estaba cerca el posadero en ese momento, y aprovechó para dirigirse a uno de los pasillos. Se fijó en la puertas y se preguntó si debía entrar en todas las habitaciones sin más, pero entonces oyó una puerta que se cerraba detrás de sí, algo más alejado, y se giró viendo al final de aquel pasillo. Y en ese momento el tiempo pareció detenerse para él, ahí estaba, era él, aquella persona que hacía cuatro años que no veía, la persona que había sido todo para él cuando niños pero que había destrozado su vida por completo, la persona que le sumió en aquella miseria en la que estaba metido.

Sus piernas se empezaron a mover, dando rápidos pasos para acercarse a donde éste estaba, el cual seguramente se alertó ante el sonido de sus pasos y se volteó, cruzándose sus miradas en ese momento, por primera vez en años. Aunque no se detuvo, siguió caminando y se detuvo cuando estuvo cerca de éste, mirándole con rabia y con una mano metida en aquella mochila que llevaba, agarrando su cuchillo. -Itachi...- pronunció su nombre con rabia, pero también con temblor en la voz, a fin de cuentas era solo un niño, delante del asesino de sus padres, su hermano, bueno, dejó de ser su hermano en el momento que le vio delante de sus padres fallecidos, dándose cuenta de lo que acababa de pasar, y cuando prácticamente reconoció haberlos matado perdió todo derecho a volver a llamarse su hermano. Acabó sacando aquel arma, dejando caer la mochila al suelo, y se acercó a éste con intenciones de acabar cuanto antes con aquello, corriendo hasta éste y alzando aquel arma.