Título en movimiento I will love you forever

martes, 30 de julio de 2013

Era patética mi situación, sin embargo yo insistía en hacerle sentir a Sasuke que la suya era aún más patética.  De ese modo estaba seguro que lo que quedase de sus sentimientos hacia mí muriese pronto. Estaba seguro que era lo mejor.

Así los años pasaron, pero el recuerdo de aquel encuentro permanece conmigo como si apenas hubiese ocurrido. La voz de Sasuke, su mirada, su intento de acorralarme y hacerme sentirlo. Pero Sasuke no sabe que ya lo siento, que lo siento tanto que me cuesta vivir, y que he puesto mi vida en sus manos. Si decide quitarmela u odiarme el tiene todo el derecho. No le he dado a escoger, le he forzado a que sea de esa manera. Si todo recae en mi, entonces es mejor así.


Esta era una mañana de suave brisa. Desde hacía pocas horas me trasladé a este lugar. Un lugar alejado de las villas cercanas a donde vive Sasuke, pero no lo suficientemente alejado, solamente lo necesario para no estar cerca de otros seres humanos. Me pregunto si para este entonces Sasuke se ha hecho más fuerte ante mí. Pero me siento enfermo, mi enfermedad cada vez va más avanzada, pero nadie sabe nada al respecto, solamente esta persona inombrable.

Al fijarme en mis reservas, noto que se agotaron mis medicamentos para el dolor y que debo ir a buscar más. De modo que llego a una farmacia cercana, donde aparentemente me reconocieron de inmediato. Pero no tenía otra opción, si he de morir, ha de ser en agonía. vivir así es más difícil que morir. El dolor es casi insoportable a veces, y otras realmente lo es por completo.


Regreso al lugar donde estoy ocultándome y tomo la dosis y decido sentarme en una butaca a esperar a que surta efecto la medicina que tomé. He adelgazado debido a lo fuerte de los medicamentos. Mi cabello ahora luce incluso más largo, al igual que mi flequillo, cruzo una pierna sobre la otra y mis ojos se cierran mientras espero finalmente no sentir nada.

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