Título en movimiento I will love you forever

viernes, 26 de julio de 2013

¿Cuanto tiempo había pasado? ¿Tan solo cinco años? La verdad es que cuando se pasaba el tiempo encerrado en un orfanato el tiempo pasaba bastante despacio, y más cuando se rememoraba en la cabeza los hechos que provocaron el encierro en ese lugar. Rememoraba ese momento multitud de veces en su cabeza, a cualquiera hora, ese momento en el que entró a casa y se encontró aquella escena, sus padres ensangrentados y carentes de vida en el suelo, y a él delante de sus cuerpos, impasible, recordaba su voz, sus palabras, reconociendo haber asesinado a sus padres. Muchas veces se maldecía por no haber reaccionado entonces, pero a fin de cuentas era muy pequeño y estaba en shock al ver como su hermano había asesinado a sus propios padres, ¿cómo pudo suceder algo como eso? Bueno, buscar un porque era algo imposible por si mismo, y había más que un porqué lo que deseaba, deseaba ver a su hermano muerto, verle pagar por aquel crimen, pues luego de eso desapareció sin dejar rastro, aunque las autoridades le buscaban, pero eran unos inútiles y no habían conseguido nada en cinco años. Después de lo sucedido fue enviado a un un orfanato, un maldito orfanato, allí todos le miraban por encima del hombro, al igual que los propios cuidadores y profesores, era como si estuviera marcado por lo sucedido. ¿Pero acaso creían que eso le importaba? No quería saber nada al respecto, no quería nada de esa gente, era oírles cuchillear y hacer el idiota y le daba molestias, él tenía otras cosas en mente.

La verdad es que su actitud cambió drásticamente desde hacía cinco años, cuando sucedió el desastre, ahora era alguien frío, muy frío, solitario e imperturbable, además de que incluso siendo joven su semblante hacía que la gente no quisiera acercarse, asustados, incluso los que eran mayores que él, su presencia intimidaba sin remedio.

Se encontraba sentado en unos escalones, en silencio y sumido en sus pensamientos, cuando oyó unos pasos, asomándose por el hueco de las escaleras y viendo a dos guardias del lugar caminar y hablar, hubiera ignorado ese hecho, pero la mención a su propio apellido le hizo alertarse, ponerse en pie, y esconderse en un hueco para no ser visto, oyendo con atención. -Sí, el chico no debe enterarse que alguien con las características físicas de su hermanos ha sido visto en una villa cercana, ya has visto a ese muchacho, su carácter es tan extraño, si se entera de que...- la voz de aquellos hombres se perdió mientras subían aquellas escaleras, pero Sasuke ya había oído suficiente, salió de sus escondidos con los puños apretados con rabia, aunque con una expresión que aunque seria era inexpresiva. -Itachi...- murmuró entre dientes, y sus pies se movieron lentamente hacia su habitación, había tomado una decisión en esos escasos segundos, y nada, absolutamente NADA le pararía. En su interior se movió una poderosa fuerza, una que bramaba venganza una y otra vez, y pensaba obedecer ese sentimientos que nació en él cinco años atrás y se ha ido alimentando todo ese tiempo.

No fue difícil salir de ahí, en todo esos años había aprendido todo sobre aquel orfanato y quienes habían en él, escapar fue sencillo, con escaso equipaje, un poco de ropa y dinero en su mochila, un dinero que tenía desde pequeño. Salió del sitio, nada más saltar aquella verja sus puños volvieron a apretarse y se encaminó al lugar donde se suponía que alguien parecido a Itachi había sido visto, sus pasos eran apresurados, sabía actuar con rapidez para encontrarle, y porque en cuanto vieran que no estaba en su habitación saldrían a buscarles y se alertaría a la policía, debía ser preciso, silencioso y rápido en su objetivo. Tenía que encontrarlo. Y vengarse.

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