Sasuke me había perdonado y aceptado, y no tan solo eso, además me quería en su vida y no quería apartarse de ella mientras viviese. Eso me hacía tan feliz, que incluso me alegraba de ser una carga, por si algo pasaba y se enamoraba pudiera quedarme con él de esa manera. Incluso pensaba que era mejor así, si nunca recuperaba la vista, porque de ese modo no tendría que verlo con nadie.
En algún momento sus labios se dejan sentir cálidos, mullidos y suaves sobre mi mejilla y al igual que yo hice con los suyos, besa la comisura de los míos, casi la mitad de ellos mismos. Me gustó tanto que aunque su intención fue tan dulce que descorazonaba, no pude evitar desear besarlo en ese mismo instante, pero no debía y lo sabía. Y tampoco quería arruinar las cosas recién arregladas. Aún así, no pude evitar deslizar levemente mi lengua por mis labios sintiendo los suyos al hacerlo y quemándome ante el solo roce y contacto.
- Sasuke... - Justo en ese instante ingresa el doctor diciendo que dentro de un par de horas más me diría si me daba el alta del hospital con visitas para el chequeo de mi estado de las que Sasuke debía encargarse, al igual que de recoger los resultados que no saldrían ese mismo día, en caso que se me diese el alta bajo condiciones especificadas.
Una enfermera vino y me dijo que me ayudaría a bañarme. Me explicó que antes me daban baños de esponja desde la cama y era cuando único mi hermanito volteaba a veces su rostro apenado. Sentí entonces pena de mí mismo y de mi lamentable situación y me sentí un verdadero estorbo. Le indiqué a la enfermera que me dejara sentado en alguna silla dentro d ela bañera y que yo mismo me las arreglaría y ya luego le hablaría si necesitaba ayuda. Después de todo solo es pasarse jabón y champú y acondicionadior en el cuerpo y cabello. Aunque ella insistía, puede que fuese una muy eficiente enfermera, pero cuando digo que no es no. A todas estas esperaba que al salir ya hubiese algún resultado o noticia nueva.
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